Elogio del sentimiento de identificación, mi barbero y mis 85…

Puedo asegurarles que en mi niñez no existían ya barberos sacamuelas ni cirujanos-barberos, pero sí que he tenido muy pocos barberos a lo largo de mi larga vida… El primero que yo recuerde, se   llamaba Salomón Pérez, un prieto cuya barbería se ubicaba en todo el frente de mi casa, un pequeño espacio con una sola silla de barbero. Mi padre había alquilado una casa a un señor Eriquito Hensen , una casa de dos plantas sobre la avenida Bolivar y al lado del Cine Camoruco en Valencia.Leer más

Elogio de la tía Filomena y la enfermedad rara …

La enfermedad rara: Síndrome de Ehlers-Danlos (panel superior) y síndrome de Protón o del hombre elefante (panel inferior)

Elogio de la Tía Filomena y la enfermedad rara…

No existe una definición única y ampliamente aceptada de «enfermedad rara». Algunas se basan solamente en el número de afectados, mientras que otras, como las recogidas por la Unión Europea, toman en cuenta otros factores, como la existencia de tratamientos adecuados o la gravedad de la enfermedad. La definición de la Unión europea es la propuesta por la Comisión europea de Salud Pública, que establece como rara a aquellas «enfermedades, incluidas las de origen genético, que son crónicamente debilitantes o potencialmente mortales y las cuales tienen tan poca prevalencia que se necesitan esfuerzos especiales combinados para combatirlas». Para ello, toma como prevalencia la de 5/10 000, la misma que usó el «Programa de acción comunitaria sobre las enfermedades poco comunes» (1999-2003), aprobado por el Consejo y el Parlamento Europeo. Las enfermedades raras o poco frecuentes, a veces también son llamadas «enfermedades huérfanas», debido al hándicap  que presentan respecto de la investigación clínica y experimental, estando así «huérfanas» del interés del mercado y de las políticas de salud pública.​ Como extensión de este término, se les llama medicamentos huérfanos a aquellos destinados precisamente a tratar enfermedades raras.Leer más

El signo ungueal de Beau

 

El signo ungueal de Beau

Dr. Rafael Muci-Mendoza

Gac Méd Caracas 2000; 108(4):534-540

 

A Joseph-Honoré-Simon Beau (1806-1865), médico francés, quien ejerció sucesivamente en los hospitales Saint Antoine y Cochin de París, se le ha acreditado el haber sido de los primeros en aplicar los conceptos fisiológicos al estudio de la patología y, además, el haber observado que trastornos funcionales orgánicos a menudo precedían cambios estructurales anatómicos. Sus áreas de investigación fueron múltiples e incluyeron disímiles problemas como la histeria, la dispepsia, la epilepsia y las enfermedades del corazón y los pulmones. Ha sido inmortalizado por sus descripciones relativas a la asistolia en 1836; y en 1846, por el signo ungueal hoy conocido como líneas o surcos transversales de Beau, considerado por Beaven y Brooks (1), como el signo ungueal de mayor utilidad clínica. En 1869, Wilks acreditó a Hillier como el primer descriptor de este signo ungueal; no obstante, como Beau lo dio a conocer y popularizó, su nombre quedó definitivamente asociado a él.Leer más

El médico y el paciente: metamorfosis de una relación…

 

¨El médico rara vez cura, alivia en ocasiones, pero consuela siempre¨

                                                               

Este epitafio de 14 siglos de antigüedad inscrito en la tumba del Trudeau en Saranac, plasma la importancia del trato humanitario en medicina; veremos cómo prejuicios científicos posteriores han restado valor humano a la interacción de un médico con su paciente y por ende, a la razón de ser médico.

Apolo fue considerado el Dios de las Plagas y de las Enfermedades en sus diferentes formas. Inventó la Medicina y la transmitió a su hijo Esculapio (Asclepios). Fue defensor de la moderación en todas las cosas (“nada en exceso”) y aconsejó la comprensión de la propia persona (“conócete a ti mismo”). Fue además Dios de la  Música y la Poesía, perfeccionando la lira inventada por Mercurio, así que por su intermedio, tranquilizaba el alma, movía las piedras y amansaba las fieras.Leer más