Es muy importante hacer un esquema de los hallazgos observados al examinar el fondo del ojo, en primer lugar, porque usted aprenderá realmente a sistematizar su exploración y a «mirar viendo», es decir, con práctica y experiencia, usted podrá ir apreciando detalles, muchas veces diagnósticos, que al comienzo le pasaban totalmente desapercibidos.
Con frecuencia, luego de una oftalmoscopia preguntamos a alguien por ejemplo, cómo estaba el área macular, obteniendo como respuesta que no recuerda o que se le olvidó evaluarla. Si tuviéramos que hacer un esquema de nuestros hallazgos dibujando el fondo, por seguro que tendríamos que ir a mirarlo una y otra vez, para definir detalles que no analizamos anteriormente o que hicimos en forma deficiente. La observancia de esta «sugerencia» afinará su sentido de observación y la hará más productiva.
Además, a falta de una retinografía, sus esquemas serán el documento de la retina de su paciente que usted conserve para el futuro, ayudándole a usted o a otros, a ver la evolución de lesiones: progresión o regresión, estado actual de la enfermedad, efecto del tratamiento, etc. No importa si usted se considera un mal dibujante, no importa, dibuje lo que pueda. ¡La necesidad le obligará y la práctica le hará un experto!
Ante todo, debe usted saber que existe un meridiano vertical, anatómico y funcional (a-a’), que pasando por la fovea centralis divide a la retina en dos mitades: nasal y temporal. Los axones provenientes de las células ganglionares de la retina nasal se van a decusar en el quiasma óptico para ir a terminar en el lóbulo occipital contralateral. Aquellos originados en la retina temporal, serán haces directos, es decir, que pasarán directamente al lóbulo occipital ipsolateral sin decusarse.
Puede ahora usted entender cómo la fovea es el punto central de la retina, pero, cuán a menudo el principiante encuentra difícil orientarse en relación a ella. La razón es que su falta de límites precisos hace que la perdamos fácilmente.
Teniendo presente que el disco óptico no es el punto de referencia para la división anatómica y funcional de las dos hemirretinas, lo utilizaremos sin embargo como centro anatómico para elaborar nuestro esquema.
Observe dos meridianos que pasan por el centro del disco: Uno vertical (b-b’) y otro horizontal (c-c’). Vea que gracias a los mismos, la retina quedó dividida en cuatro cuadrantes: 2 temporales (superior e inferior, súpero-externo e ínfero-externo), y 2 nasales (superior e inferior, súpero-interno e ínfero-interno). Aprecie la ubicación de la mácula en el cuadrante temporal inferior. Tenemos pues, uno o más cuadrantes para dibujar y registrar la o las lesiones que observemos.
Ahora bien, para mensurar las dimensiones de una lesión determinada, emplearemos el ya conocido diámetro de disco (en la práctica, 1 DD=1,5 mm). Observe que en la Figura 10, dibujamos una lesión de 1DD x 1/2DD descansando en el cuadrante ínfero-externo de la retina, a 2DD del borde temporal del disco y en el trayecto de la arteria temporal inferior. De esta forma hemos echado mano a la relación de la lesión con estructuras vasculares de cercanía, lo que nos define aún mejor la localización para comparaciones futuras.
Si la lesión está elevada o deprimida con relación al plano de la retina, será menester mensurarla. Debemos partir del conocimiento de que tres (3) dioptrías (positivas o negativas) equivalen a un (1) milímetro, y aprendamos la técnica de medición. En nuestro esquema hemos enfocado la retina adyacente al disco óptico. Aprecie el poder dióptrico de la lente empleada para el enfoque. En el ejemplo, se enfocó el fondo de la excavación o la cúspide de la elevación. Registre nuevamente el poder de la lente utilizada. Vea cuál es la diferencia y exprésela en milímetros, o si lo desea en dioptrías: una excavación de 3D de profundidad o un edema de papila de 3D o 1 mm de elevación.
Cualquier método para hacer un esquema de su observación será bueno. Puede comenzar dibujando un círculo grande (equivalente a toda la retina). Divídalo en cuatro cuadrantes trazando sus dos meridianos y dibuje un pequeño círculo en el punto de bisección (disco óptico). Ahora comience a dibujar. Vea y dibuje, dibuje, vea y retoque. Poco a poco irá mejorando y lo que es más importante, su capacidad de observación se irá acrecentando en forma progresiva.