Elogio de Eos…

Cuando Virgilio conduce a Dante al Infierno, hay una inscripción en el dintel de la entrada que dice,

“¡Oh vosotros los que entráis, abandonad toda esperanza!”

Es 24 de septiembre, son las 3.00 A.M. instante en que Morfeo me abandona en pleno cuando estoy en mi profundo sueño-REM y mi reloj biológico se adelanta al canto del gallo y me dice imperativo, levántate, no te queda mucho tiempo, hay mucho qué hacer, hay tanto que estudiar, tienes harta ignorancia como para seguir aprendiendo, para producir, para enseñar, para compartir; tienes el deber de decir, de denunciar, de expresarte a viva voz…

Feliz me incorporo de un tirón, me siento descansado y complacido de presenciar un nuevo día, le dedico a Dios mis frutos, mis alegrías y tristezas. Recuerdo a mis afectos ya idos, a aquellos privados de salud, les pido me bendigan y dedico a ellos una corta oración. Bendigo a mi familia y pido que me bendigan a mí, a Venezuela, a sus habitantes, que alivianen sus profundas carencias y dolores que tanto me preocupan y me ocupan…

Es un placer negado para quienes retozan entre la sábanas, pero no para mí: él cielo de Caracas está límpido; la luna en menguante cortejada por miríadas de estrellas, constelaciones: esas creaciones imaginarias que desde hace milenios han servido a los pueblos para orientarse o para representar dioses y figuras mitológicas: la osa mayor, la osa menor, la estrella polar, tantas otras… Alcanzo a ver una estrella fugaz, pido mi deseo que por seguro se cumplirá: una Venezuela libre…

Eos, la diosa del alba de la mitología griega quien con sus sonrosados dedos descorre cada mañana el negro manto de la noche, me anuncia la inminente venida de su hermano Helios en su carro de fuego… la luna y las estrellas difuminan sus contornos y se recogen tímidas y prudentes ante los fulgores del astro rey. El ciclo se repite con pasmosa exactitud, el ayer no nos sirve, el mañana no ha llegado aún, es el hoy, ¨el aquí y el ahora¨ lo único que hoy cuenta y que siempre contará. Es el ahora o nunca, el no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy…

Vemos las fotografías que con inusitada crudeza golpea nuestra sensibilidad, una fila india de recién nacidos en improvisadas cunas de cartón, venidos al mundo en una improvisada nación chavista y con el augurio de hadas maléficas que desde ya parecen anticiparles un triste futuro, un bajo peso cerebral, una vida esclava y aún la muerte misma. Las fotografías, desgarradoras y denunciantes como son, de quienes se asoman a la vida acunados en una caja de cartón porque no hay cunas en la nación del mundo con mayores reservas comprobadas de petróleo del mundo. ¡Qué injusta paradoja…!

La caja de cartón es pues, el mínimo esfuerzo de la compasión para que no duerman a campo raso para ser pasto de las ratas, la caja de cartón es un escupitajo a una adormilada nación carente de una rosa de los vientos, desprovista de un astrolabio o una brújula que guíe sus pasos, la caja de cartón es la puerta por la cual se entra al país de la desesperanza y de las injusticias…

Los culpables, orondos ellos, aferrados a sus puestos, sordos, ciegos y malvados presencian sin presenciar, mienten por mentir, se rasgan las vestiduras de la costumbre, se gastan el dinero de todos y especialmente el de los más desprovistos en francachelas y reuniones políticas con automático refrendo que apestan a indiferente deserción.

¿Qué diría, Alí Primera (1941-1985), «El Cantor del Pueblo Venezolano», [luchador político comunista,  de temática «panfletaria y contestataria, rebelde, agitadora y militante¨, ¿Qué dirán sus hijos Servando y Florentino del sueño de su padre y cómo han sido utilizadas sus canciones de protesta para justificar lo injustificable…?  Con su sensibilidad exacerbada quizá hoy escribiría en forma diferente su famosa canción ¨Casas de Cartón¨; ahora intitulada, ¨Cajas de Cartón¨…

Qué triste, se oye el plañido
en las cajas de cartón
qué triste yacen los nenes

de la quinta

 en sus cajas de cartón

 

Viene bajando la madre pubescente

con la barriga a reventar
soportando el dolor
y el peso del vivir estrecho
¡mira que es mucho el sufrir!
¡mira cómo pesa el desamor!

 

Arriba, deja la mujer menguada

sus tripones qué alimentar,
abajo está el chavismo malandro

Viviendo su opulencia hoy,
y se pierde en la pegajosa maraña
pues es lo mismo que ayer
su vida sin un mañana…

 

Niños color de mi tierra
con sus mismas cicatrices
millonarios de lombrices
Y, por eso:
qué tristes yacen los niños
en las cajas de cartón,

qué alegres viven los perros
en la casa del felón

 

Qué triste se oye la queja
desde las cajas de cartón
qué lejos pasa la esperanza
de las cajas de cartón…

 

El país alienado tiene como cabeza visible la psicopatía de sus depravados conductores emergidos de la Universidad Experimental de la Oscuridad, que hablan el lenguaje de la traición a la patria y son espejo donde se reflejan para el mundo las más bajas pasiones, los más rastreros vicios, los más abyectos pensamientos…

 

 

Es

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Un comentario

  1. CUANDO YO TRABAJABA COMO JEFE DE NEONATOLOGIA EN EL HOSPITAL DE NIÑOS J.M. DE LOS RIOS, RECIBI UN RECIEN NACIDO PRE-TERMINO PROVENIENTE DE UNA POBLACION CERCANA A CARACAS EN UNA CAJA DE CARTON Y NO EN UNA INCUBADORA DE TRASLADO CON EL OXIGENO NECESARIO PARA QUE ESTA CRIATURA SOBREVIVIERA. MI IMPRESION QUEDO NEGATIVAMENTE GRABADA Y ELLO HIZO QUE DE INMEDIATO ESCRIBIERA UN ARTICULO QUE PUBLICO EL DIARIO «EL NACIONAL» EL CUAL TITULE «ENTONCES MORI»

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