Las enfermedades tienen historia, la llamamos historia natural: Se gestan, se inician, se desarrollan, progresan o desaparecen y, dependiendo de su genio, pueden autolimitarse y esfumarse, o llevar a la invalidez o la muerte. Esta historia que les es propia, permite su identificación o sospecha con solo encarar al paciente y escuchar de su boca cómo habla la enfermedad –porque las enfermedades tienen un críptico lenguaje que les es propio-; en su momento indicaremos o no pruebas complementarias, desde las más sencillas hasta las más complejas y costosas, siempre empleándolas no como una escopeta, sino como un rifle, un solo tiro y en el blanco…Leer más