Elogio del ente malvado o insensibilidad congénita al dolor del semejante…

«Todo esta perdido cuando los malos sirven de ejemplo y los buenos de burla».

Demócrito.

Me contaba una amiga médica querida y muy cercana, que va a operar ad honorem al Hospital Vargas de Caracas -al cual no pertenece oficialmente pero sí, de corazón, y al que asiste en calidad de especialista cuando los residentes la llaman-, que en este mes de diciembre de 2023 se encontraba interviniendo un paciente de su especialidad cuando por segunda vez hubo un apagón y la planta de electricidad no arrancó del todo. Estando en medio de la cirugía, el anestesiólogo auxilió a la paciente con un Ambú, o ayuda manual de insuflar aire dentro del sistema respisratorio del paciente para evitar que muera de asfixia y al cabo de media hora le pidió que suspendiera la intervención, y que si podía, volviera a quierofano para reiniciar 3 días después la cirugía trunca , cuando las condiciones fueran más favorables.  Tres días que mi amiga esperó en su casa suplicando a Dios que pudiera proseguir la operación abortada por falta de electricidad y su paciente no se complicara. En estas llamadas de colaboración humanitaria, suele llevar su instrumental personal pidiendo a Dios que la Guardia Nacional Bolivariana no le decomise sus aparatos bajo el expediente de que se lo ha robado: expropiada y va presa … Cosas de la dictadura, cosas de un síndrome de insensibiliidad congénita al dolor del semejante, no les interesa ni les importa el dolor ajeno. ¿Será que en su cobardía pagarán alguna vez?

Mientras tanto, ajenos al drama de todos los santos días en los hospitales de nuestro país, Alex Nain Saab empresario colombiano de ascendencia libanesa​ con nacionalidad venezolana ​​​ y antiguana,​  canjeado por el gobierno norteamericano por 6 o 10 gringos malacusados de terrorismo, quien desde 2017, había sido señalado como presunto supuesto «financista» y «testaferro» del ¨presidente¨, el colombiano Nicolás Maduro por parte de la exfiscal venezolana Luisa Ortega Díaz​ y por otras personalidades, era recibido con honores por el susodicho ¨presidente¨ de la nación y la ¨primera combatiente¨ para un brindis y porqué no, una opulenta cena posterior. Entre tanto, el clamor del sufrimiento, los gritos de dolor que elevan al cielo un triste reclamo, sin almas puras que les ayuden, no es escuchado ni aquí abajo ni allá arriba, porque dizque seres humanos opíparos de dineros mal habidos son inmunes a los rezos, suplicas y clamores de ayuda; porque nada les importa el semejante, porque se sienten contentos con sus miserias y su vida muelle.

Por su parte, Javier Marías (en el País Semanal, de España, 08.03.2019) escribe, ¨Los magistrados venezolanos del Tribunal Supremo (o como se llame el equivalente caraqueño) han fallado 45.000 veces a favor de los Gobiernos de Chávez y Maduro…y ninguna en contra en los litigios presentados contra sus directrices y leyes¨; el caso venezolano sólo prueba que esos jueces unicamente reciben órdenes y son peleles gubernamentales, lo habitual en toda dictadura. Pero es que todavía no caemos en cuenta que estamos en medio de una cruel y despiadada dictadura cubana, con otro pelele como presidente ilegítimo. Si, lo entiendo, es muy doloroso saberse gobernado por la canalla, atados de pies y manos, pero no nos han amordazado y continuamos diciendo -para el que quiera escuchar-, que su maldad y vileza no conoce fronteras, los solaza y los alegra porque fueron mal engendrados, sucios de toda suciedad. ¿Qué se creen? en este mundo cada vez más fracturado y fragmentado, la vida sigue siendo desafiantemente indivisible, aunque ellos no lo perciban ni lo crean.

 

Dentro de la fauna política, la insensibilidad congénita al dolor del semejante es una condición moral extremadamente frecuente. Los afecta desde niños a edades muy tempranas de la vida porque se adquiere por herencia dominante y por apendizaje mirando la conducta de sus padres y luego copiándolas en sus diversas variantes. Muchas de estas variedades de enfermedad se acompañan de trastornos mentales dominando la cleptomanía, la traición y el deseo de lucro fácil. No existe tratamiento alguno y frecuentemente ocurre la muerte a edades muy tardías de la vida, luego de muchos años en el robar, prevaricar, recibir coimas y vulnerar las reglas de convivencia… Siendo el dolor una experiencia común a todos los seres vivos, su función bienechora es bien conocida, es un hecho inherente a la vida, es universal, sería inconcebible la ausencia del llamado “quinto signo vital” para la función de la vida. Se podría decir que protegemos la vida y la sociedad gracias a las sensaciones de ¨ese dolor que no nos duele, esedlor del dolor del semejante¨, especialmente en virtud de la empatía, la compasión y la bondad. El primer y principal patrimonio del hombre, el mayor don recibido es su capacidad de amar, y es el fundamento sobre el que se asientan los pilares de la humanidad, la sociedad, el matrimonio y la familia. Las sociedades fallidas, los países fallidos, los gobernantes fallidos, carecen de este atributo y el desfavorecido por la vida sufre mucho más que todos los demás… Los hospitales públicos del hogaño son muestra de este desprendimiento y falta de amor, pero al mismo tiempo, realza la calidad humana de médicos y estudiantes de medicina. Contrariando la Constitución Nacional, el derecho a la salud no existe y el paciente para poder ser atendido tiene que llevar todos los insumos necesarios, pagados de su propio peculio, para recibr una atención mediocre o medianera sin que los responsables de su desdicha se compadezcan de su sufrimiento. Sin embargo, hay muchos médicos como mi amiga, que llegan al punto de arriesgar su libertad por ayudar a otros desfavorecidos, por hacer lo que no hacen aquellos que están obligados bajo juramento para hacerlo.

Con mucha esperanza…, así nos agarra el 2024…, ofreciendo resistencia, denunciando, haciendo de nuestras vidas lo mejor que podemos, dando, repartiendo, enseñando, sin esperar nada a cambio, esperando los cambios que habrán de sucederse. esperando esa alborada por tanto tiempo anhelada y esperada. Quiero pues que tengamos todos sin distingos un país decente, donde comience a operar la honradez en las gestiones, donde los dineros robados y represados vuelvan de nuevo al ciudadano marginado, al olvidado, al preso sin esperanza cuya dignidad ha sido pisoteada y enjenada, donde los corruptos paguen por sus desmanes y desmesuras, por el sufrimiento infligido  a todos, especialmente a los más debiles y menesterosos cuyo dolor no debe ser ignorado… A no desmayar, por favor, que , ¡no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista!

 

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