Elogio del astro rey… un aliado menudo soslayado

 

Venezuela está ubicada en la zona cálida o intertropical geográfica; el Ecuador térmico, tomado como línea de referencia, corresponde a la isoterma de 28º C, o sea, la curva de las más elevadas temperaturas medias anuales. Desde el punto de vista geográfico, la zona climatológica tropical está limitada por los paralelos 35º de latitud norte y 30º de latitud sur. La temperatura en estas regiones es muy elevada y oscila entre cifras medias de 22 a 28º C, con máximas extremas de 34 a 40º. (Pifano, F. Aspectos de Medicina Tropical en Venezuela. Temas de Cátedra. O.B.E., Imprenta Universitaria, Caracas, 1964).Leer más

Triste el día de Vargas; triste el día del médico 2020…

 

 

Parábola de los talentos.

Mateo 25:14-18

¨Porque el reino de los cielos será también como un hombre que, al emprender un viaje, llamó a sus siervos y les encargó sus bienes. A uno le dio cinco talentos [2], a otro dos y a otro sólo un talento; a cada uno según su capacidad. Luego se fue de viaje. El que había recibido los cinco talentos fue enseguida y negoció con ellos y ganó otros cinco. Así mismo, el que recibió dos talentos, ganó dos más. Pero el que había recibido uno talento, cavó un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.Leer más

Elogio de buen paciente II… ¿Una segunda opinión para Pasible Amerced…?

Aún en estos tiempos de fácil y abierta comunicación, existe un asincronismo entre el conocimiento moderno, su adquisición por parte del conglomerado médico y el descarte de viejas e inoperantes actitudes. Algunos doctores simplificamos nuestra práctica al punto de nunca enterarnos de los nuevos avances en materia médica; otros, por enterarnos demasiado pronto, de inmediato los adoptamos, sin conceder algún tiempo para que ‘la sustancia’ se decante…Leer más

Elogio de buen paciente I… ¿Es usted un “buen paciente”? Entonces… ¡Cuídese!

¿Qué médico no ha tenido una paciente como ella…? Cuando la observé en la mesa de examen, panza arriba, medio desnuda, no sé por qué recordé una copla que cuatro en mano y con los gallos fuera de lugar, cantaba yo en mi adolescencia. “En la cabeza‘e los negros se señalan caminitos, unos cogen pa’Cariaco y otros para Cariaquito” ¡No me cabían dudas, en la barriga de Pasible, habían jugado la vieja!” Caminerías y cicatrices de longitudes dispares, cruzaban su superficie, uniéndose aquí y desuniéndose más allá, algunas de trazo limpio y seguro, otras anfractuosas, propias de una mano rápida pero descuidada, consecuencias de los diferentes órganos que a través del tiempo le habían extirpado. Para mi desgracia, mis colegas nada habían dejado que yo pudiera mandar a sacar… Para fortuna de ella todavía conservaba incólumes aquellos órganos indispensables para la vida… Aunque, o sea… que según me dijo, su riñón derecho estaba en pico de zamuro a causa de una piedra incrustada, ya no recuerdo dónde…Leer más