Elogio de la pava… (redivivo)

¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? Corintios 15:55

Tantos me han repetido que el socialismo del Siglo XXI es tan pavoso de mal agüero que he terminado por creérmelo. Por su intermedio los ríos se han secado, las vacas ya no dan leche, los militares no defienden, la tierra se tornó baldía, los malandros viven su mejor momento, el venezolano es despreciado, sus seguidores se han quedado sordomudos y ciegos de los ojos, y el petróleo ha vuelto al profundo foso de donde emergió… Y para los venezolanos la pava es cosa muy seria; todos negamos su existencia pero todos adoptamos medidas para mantenerla alejada de los linderos de nuestras vidas. La mala suerte, mabita, mala sombra, guiña o pava con su cualidad de pesadumbre, parece hacer presa de los espíritus ligeros, pero ahora, también la ha cogido con los más fuertes…

La pava macha o mabita espesa, es aquella que dura cien años y va pasando de generación en generación, y peor aún, carece de ¨contra¨; esperemos que sea la que ahora afecta al gobierno, sobre el cual gravita un rechazo del 85.7% de sus infelices seguidores. La pava siríaca es más fuerte que la ¨pava macha¨ y tipificada como una persistente y muy tenaz, resistente al cariaquito morao, a los ensalmos y a la barba de jojoto.

      Aquiles Nazoa elevaba una plegaria suplicante, ¨Bambarito, noble amigo / prueba que tu ciencia es brava / ¡y haz algo contra la pava / que está acabando conmigo!

  Según Nazoa, ¨a tan peculiar expresión del folklore caraqueño le viene el nombre de pava, ave nocturna así llamada -en otros tiempos, habitante de las arboledas de El Ávila-, cuyo vuelo sobre las casas en la alta madrugada con su melancólico quejido, se tenía como anuncio de desgracia¨. Así pues, la pavita de la muerte es el heraldo que anuncia las cosas muy malas que están por pasarle a los rojos traidores del pueblo ¡Uy, guillo!; así, que blandiendo su guadaña les persigue el frío acero del Ángel del Abismo, o en su defecto, alguien caerá terriblemente enfermo y desahuciado como ya ha ocurrido…

Pero resulta que no es una sino dos avecillas: Glaucidium brasilianum y Athene noctua: unas lechucitas rechonchas de unos 15 cm de altura, sin penachos auriculares, de plumaje pardo con estrías blanquecinas en el pecho y el vientre, con cara de funesto presagio, ojos soñadores, y harto pavosas. Definidas como lúgubres, mensajeras de días de desolación y  tristeza, no tienen consideración con la maldad, el manirrotismo ni con la mentira. Su canto juuts, juuts, juuts, es agorero, triste y a la vez dulzón, grave, monótono y acompasado y para el cual no valen amuletos terciados en el pecho, pepas de zamuro, collar de peonías, ni invocaciones al Negro Miguel ni a las Siete Divinas Potencias. Desde hace días cantan en un alero de Miraflores y desde ahí aguaitan miserias y temores, conspiraciones entre amigos rojos del alma y tragares gruesos; por malaventura, es una pavita extraviada, nadie la puso ahí, ella solita vino del Ávila de nombre cambiado y allí se posó a presenciar el despiporre del fementido socialismo…

Aunque se dice que para ahuyentarlas y traer la suerte, el Viernes Santo a las doce del día debe cortarse una ramita de albahaca silvestre y con un gramo de incienso colocarla en el bolsillo izquierdo del pantalón o dentro del bolso, el citado día está lejos y la cosa cada día está más pelúa para ellos; en el juego de su incompetencia, se han tragado hasta los dólares de su cuantiosa y miserable clientela, especialmente de los jubilados. Un pecado jamás visto… Se comieron hasta el primer maíz tradicionalmente de los pericos y se bebieron el agua bendita de las pilas bautismales… Las descomposiciones de estómago, las agriuras, las palpitaciones, la angurria, el culillo, los insomnios y los temblores con piloerección y sudor, están a la orden del día.

La gente no aguanta, la plata no alcanza, los viejitos se nos mueren de mengua, el hampa domina, a sangre fría intoxican a los reclusos en Uribana, la universidad ya no es universal sino parcelaria, resurge el resentimiento y la envidia hacia el IVIC y hacia todo aquel que haya estudiado, la corrupción cunde como verdolaga y para colmo, Dios ocupa su tiempo con el hambre y la mortalidad infantil en África Subsahariana, y el Santo Padre distrae su tiempo en otros lares… Tremendo caos el que dejó el finado comandante, ese que ordenó comerse las vacas gordas y ahora no queda ni el repele de las flacas. Están presos y maniatados en la cárcel de su desolación…

Siento pena por los limosneros apostados cerca de la Iglesia de San Francisco donde baten sus perolitas para llamar la atención de los viandantes por el amor de Dios; ahí, cerquita de la Asamblea Nacional, donde se bate el cobre, donde cunde la influencia y los buenos negocios, y las comisiones se caen de maduras en sus pasillos. ¿Cómo darles tan poco, como un billete de 2, 5, 10 o 20, ahora de 5.000 bolívares fuertes…? ¿Para qué les serviría…? Muchos duermen en los recovecos del Centro Simón Bolívar apestoso a irrespeto, a orina serenada, a miseria, a latrocinio, a tiempo perdido, a fracaso social, a oportunidades que no volverán… mientras por arriba las ratas pululan y engordan.

Leyendo los caracoles, paleros y babalaos habían pronosticado que los precios del petróleo batirían la cota de los 120 dólares, ¡Magia necia, desbrozadora de hechos macabros y ominosas supersticiones! Tienen que leerse y absorber la parábola de los talentos pues cavaron un hoyo en la tierra para esconder el dinero de su Señor y aquel proclamó solemnemente, ¨Porque a todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Y a ese siervo inútil, echadle a las tinieblas de fuera. Allí será el llanto y el rechinar de dientes¨. El descenso, tantas veces pregonado y tantas otras desoído, es en picada y los imbéciles envían a pazguatos y mamelucos a negociar en la OPEP: Allá les tiran: ¡Tres y una plegaria…! Eso fue lo que les tiraron, los mandaron a cultivar la tierra que han dejado estéril de tanta maldad y sevicia agravada. La pava que les ha caído es recontra ultra siriaca: el mabitógrafo de Nazoa está a reventar, registra en pavovatios la máxima lectura…

El pajarito de Maduro no es tal, es la pavita de agorero canto que anuncia el término de la miseria humana y para el cual la cuerda donde se anudan piedras diversas contra el mal de ojos, azabache y corales y una imagen de Santa Helena, la que deslumbra y hace fácil las fugas, no les servirán, no hay contra para la ineficiencia, la maldad, la vileza y el vicio…

Para finalizar mostraré una lista –por demás incompleta- de las situaciones  o hechos pavosos.

-El carnet de la patria

-Hablar gritando por celular en el ascensor y mirando al infinito.

-La fiesta del nuevo ministro de energía.

-Pantalones con leyendas en el trasero, como “sexy” o ¨sabrosa¨ en cada nalga.

-Decir «cualquier cosa te llamo…», o ¨vamos a ver si nos vemos…¨.

-Alpargatas margariteñas de fieltro negro tejidas que en una dice, «Te» y en la otra, «Amo».

-Una saya blanca para la luna de miel con un agujero a la altura del pubis y bordada la leyenda, ¨Lo hago por amor a Dios¨.

-Usar botas de esquimal, gorros de lana y suéteres cuello de tortuga en nuestro clima.

-Pagar en el supermercado con cestatickets y pedir el vuelto.

-Los hombres con bolsitos de cuero o ¨maribolsas¨.

-Las mujeres que en plena calle se acomodan el sostén o se suben los pantalones, tres enviones cada vez que se paran de una silla.

-Los piercings y tatuajes, especialmente mariposas coloreadas en las fosas ilíacas o cerca de la raja.

-Niñitas maquilladas y vestidas igual que sus mamás.

-Usar medias tobilleras durante las reglas para prevenir un mal aire.

-Los gordos con franelas Polo y el ombligo expuesto.

-Fumar con la candela paꞋdentro.

-Los hombres que salen a la calle con pantalones cortos y medias tobilleras.

-Las mujeres que se maquillan en el Metro.

-Pedir plata con una radiografía o un récipe en la mano.

-Ir por la calle con un palillo en la boca.

-Decir «disculpe lo malo», o «disculpe lo pobre», cuando se reciben o despiden visitas.

-Usar pitillo para tomar agua (en general: usar pitillos para beber).

-Las zapaterías que ponen reguetón a todo volumen dizque para atraer clientes.

-Los bluyines agujereados o desguañangados.

-Las areperas con nombres en inglés.

-Engraparse los ruedos del pantalón o la bragueta: muchos han quedado desmembrados.

-Hombres con las uñas pintadas.

-Llevar a pasear al perro en carro mordiendo el aire.

-Usar bolsas de tiendas caras para llevar la comida a la oficina.

-Los choferes de buseta que ponen música a todo volumen.

-Mujeres con paisajitos pintados en las uñas.

-Vestir a perros con franelillas y botitas.

-Piedras pintadas con la bandera de Venezuela.

-Tratar a todos de «mi amor» o ¨mi reina¨.

-Decir soy rojo rojito…

-Los platos de cartón.

-Adultos que piden «cajita feliz» para ellos.

-Pedir en el restaurant que te envasen los restos de la comida «para el perrito».

-Cajeras limándose las uñas.

-Hombres haciéndose la manicure.

Pero siendo más serios finalizamos:

¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? Corintios 15:55

rafaelmuci@gmail.com

 

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