Debo advertir que hoy escribiré acerca de un tema por el cual, casi por seguro, recibiré palabras acres, insultos y animadversión hacia mi persona especialmente por parte de aquellos que tengan la piel sensible y con tendencia a urticarse espontáneamente.
Se refiere al destino final de los padres cuando alcanzamos la edad provecta, en otras palabras, cuando nos hacemos viejos, cuando nuestra palabra y actos son superfluos y ya no cuentan, sin que ello quiera decir que nos encontremos en la edad de los desechables, vale decir, cuando nos transforman en ¨corotos¨ que pueden ser cambiados de sitio, arrojados al aislamiento o, si tenemos suerte, simplemente desechados.
Ángel Rosenblat (1902-1884), aquel filólogo judío polaco que se hizo venezolano, en su libro ¨Buenas y malas palabras¨ (1956), no podía dejar fuera esta palabra en la que, según él, ¨cabe un universo entero¨. Hay diversas versiones sobre el origen de la palabra de marras, que sí Guzman Blanco trajo un lienzo de Corot, el famoso paisajista; que si fue José Tadeo Monagas (1858) quien se armó con dos y que al final de su dictadura y saqueada su residencia, el populacho arrastró los lienzos por la calle, y pareciendo adelantarse a mi pariente y tatarabuelo, el escritor costumbrista Daniel Mendoza (1823-1867) en ¨Un llanero en la Capital¨, quien lo convirtió en exclamación, ¡Adiós corotos…!; y la más antigua de Núñez de Cáceres en su ¨Memoria de Venezuela y Caracas¨ de 1852, donde cita una sentencia de 1850 en la que menciona, ¨A los ocho o diez años es preciso reparar techos o mudar y entremeter vigas porque están carcomidas y la casa es un coroto viejo, como dicen vulgarmente¨.
La palabra ¨coroto¨ connota pues, la cosa inútil, el cacharro roto, el perol, el cachivache, el trasto viejo… ese que no importa dónde esté ni donde lo pongan pues no tiene quien lo quiera ni quien le eche de menos…
Con motivo de la espantosa migración que se ha cebado en la patria de Bolívar, muchos de nuestros familiares y especialmente nuestros hijos y nietos han tenido que irse a otras tierras en la búsqueda de horizontes de esperanzas. Dentro de sus planes, suelen estar el que les acompañemos o el importarnos, tantas veces sin pedir nuestra opinión. No importa si estamos enraizados en un lugar, todavía trabajando en cualquiera que sea nuestro oficio o profesión, que seamos aún –a pesar de ese misma situación- productivos y nos encontremos relativamente satisfechos, con vidas estructuradas, y estemos dispuestos en continuar viviendo en medio de la barbarie y las limitaciones que la dictadura nos ha impuesto porque aquí está nuestra querencia… Pareciera que todos ignoran el vocablo desarraigar:
Desarraigar: Arrancar de raíz una planta. Extinguir, extirpar enteramente, una costumbre
o vicio. Separar a alguien del lugar o medio donde se ha criado o cortar
los vínculos afectivos que tiene con ellos. Expulsar, echar de un lugar,
especialmente a un invasor o enemigo (DRAE).
Haré una digresión para hacerme explicar: Cuando falleció mi padre a los 91 años, mi casa paterna en Valencia era muy grande y tenía un extenso jardín con numerosos árboles frutales, especialmente mangos…. Dentro de ellos destacaba una ¨mata de manga¨, orgullo de mi madre, que se elevaba imponente hacia los cielos unos 12 metros en línea recta. Sus frutos enormes, eran deliciosos y en temporada, muchos vecinos y amigos se acercaban a visitar y deleitarse con su aroma, tierna pulpa y delicioso sabor. En cierta ocasión el doctor Alejandro Carías, abogado, casi hermano y compañero de curso de mi hermano José, llegó desde Caracas con la intención de visitarla y de paso…
En un momento dado, en la amena conversa que yo presencié, la cara de mi madre, habitualmente lozana y alegre, trasmutó a otra cuitada y sombría, cuando le pidió su parecer acerca de un problema que confrontaba con sus hijos, quienes estaban planeando mudarla de su casa y llevarla a Caracas. A él le pareció un plan formidable, -¨Pues vea misia Panchita, pienso que es lo correcto, así, usted estará con todos sus hijos y ellos felices¨. Mi madre mirando turbiamente hacia la erguida mata de manga le espetó, –¨Entiendo sus razones Alejandro, pero el problema que yo tengo –y señalando con su índice derecho en dirección del esbelto árbol del género Mangifera-, es que yo quiero llevarme esa mata de manga…¨. En medio de la sorpresa y confundido con su respuesta, aquel le dijo, -¨Entiendo misia Panchita, pero usted no puede llevarse ese árbol porque si usted lo saca, se muere…¨. Mi madre fijó sus pupilas tristes en los suyos de párpados retraídos y le respondió, –¨¡Eso es precisamente lo que no entienden mis hijos…!¨. La respuesta no pudo ser más sabia, cierta y oportuna pues era lo que para su desgracia veía venirse. Finalmente, prevaleció la opinión de Luis, mi hermano, quien finalmente la desarraigó, se la llevó a su propia casa donde la invadió una pena y cuita profundas que casi nunca expresó, porque sentía que estaba ¨arrimada¨, no importando los mimos que pudieran rodearla; esa no era su amada casa, ese no era su cuarto, ese no era su jardín con sus frondosos helechos, en fin, esa no era no era su querencia, esa no era su vida… Fue un acto de injusticia extrema donde unos hijos pecamos por aupar se la condenara al exilio y otros por indiferentes…
Hace cerca de cinco años, mi amigo y hermano, compañero de curso y afamado internista sufrió el embate de sus hijos y su mujer; aquellos los querían fuera del país y esta, autoritaria y safrisca , en connivencia con los demás, se empeñó en que debían irse tras ellos. El otro no quería, pero blando de carácter y en contra de su voluntad –sin expresarlo- fue llevado casi ¨nariceado¨ a través del doloroso proceso del desarraigo y despedida en que, durante unos pocos meses, se retiró de su exitoso ejercicio, de sus fieles pacientes, regaló su biblioteca y vendió su casa, todo ello en medio del mayor sigilo, quizá porque le aplastaba la vergüenza con sus amigos; yo, entre ellos. Y es que tantas veces no se entiende que la persona mayor activa no solo se alimenta del ingreso económico, sino más importante aún, del contacto con sus pacientes o clientes –según su profesión-, ese que le hace sentirse vivo, útil y necesitado, no superfluo, inútil, ni ya innecesario.
Sus amigos no nos enteramos del asunto hasta que el hecho… consummatum est. Tenía bienes familiares de fortuna así que en otra nación adquirieron una casa cercana a una de sus hijos y ampliaron su seguro de enfermedad.
Resignado, contándome me escribía que casi a diario salían a caminar por los alrededores, todo tan verde, todo tan lindo, todo tan limpio, todo tan monótono, todos los días parecían domingo para descansar sin estar cansado, pues aquellas, sus rutinas diarias con sus pacientes, sus angustias, preocupaciones y recompensas ya no eran más… Luego, recibían a los nietos casi que durante todo el día. Reservado como era, cada día se fue abriendo más y más para hacerme partícipe de sus cuitas, preocupaciones, insatisfacciones y temores. A la distancia, le percibía muy triste, comenzó a deteriorarse y bastaron tres años para que Tánatos comenzara a coquetearle y finalmente Átropos cortara con sus tijeras el hilo de su vida en medio de médicos indiferentes … Médicos del extraño país, del ¨time is money¨, se sucedían en la búsqueda de una explicación médica que no humana para sus malestares. Le sugerí que buscaran un médico venezolano con un poco de humanidad y empatía, pero siempre el asegurador era quien decidía y escogía cuál sería el especialista. Veamos lo que ocurrió al final de su ¨muerte biográfica¨, esa que es peor que la muerte real…
Para ponerles en situación, copiaré texturalmente dos correos, uno de él y otro de una hija-:
• ¨Querido Rafael: Se sospechó una amiloidosis sistémica, ayer no fue posible practicarme la biopsia –cardíaca- por problemas técnicos, ya estando en pabellón y sedado, al parecer con el CT-Scan no pudieron hacer una localización segura y me regresaron vivo al corral. Quedaron en tratar de nuevo el lunes en la mañana, con ultrasonido. La verdad es que tengo bastante miedo, principalmente porque nadie me explica y por la posibilidad de sangramiento . ¿Qué te parece? Como permanecí tanto tiempo en ayunas, al regresar vomité, lo que se repitió hoy en la mañana (solamente agua). La tensión arterial sigue igual. Al estar parado cae como un piano de cola. Si se te ocurre algo, escríbeme. Mientras, un fraternal abrazo¨.
• ¨Querido Rafael: el oncólogo me refirió al cardiólogo para descartar amiloide en el corazón, lo cual dio positivo. Me van a dar tratamiento, advirtiéndome que solamente sería un intento de detener la evolución inexorable -así, sin anestesia-. Recolecté la orina de 24 horas y espero por resultados de laboratorio. La tensión arterial sigue igual: arriba y abajo. A veces me mareo un poco, estamos evitando las caídas. La incontinencia desapareció completamente. El próximo mes me toca control con el urólogo y ver en cuánto está el antígeno. Ya te contaré como van las cosas. Mientras, recibe un fraternal abrazo, extensivo a Graciela Que Dios te bendiga y me des la claridad necesaria para tomar las decisiones que yo no puedo y me ayudes y les bendiga a todos ustedes. ¨.
• ¨Hola Rafael, desde la semana antepasada papi ha estado durmiendo o con los ojos cerrados todo el día, ya no camina, no toma líquidos ni come nada. Esta semana estaba tan débil que no podíamos ni siquiera sentarlo en su silla de ruedas. De miércoles a jueves no orinó, llame al nefrólogo y lo tuvimos que traer en ambulancia al hospital porque no lo podíamos llevar en el carro. La creatinina le subió de 4.5, a más de 5 y tenía el potasio muy alto. Lo sondearon y lo están hidratando pero el nefrólogo dice que o se hace diálisis o ya lo que queda es tenerlo «confortable», que le quedaría muy poco tiempo. Papi no quería la diálisis pero al final entre él y mami tomaron la decisión de hacérsela (yo sé que mami tuvo mucho que ver en esa decisión). Esta noche le hicieron la primera diálisis, pero duro como un 75% y la tuvieron que parar porque la tensión se le fue al piso. Mañana le hacen otra. Desafortunadamente, yo no le veo salida a esta situación.
Pesa menos de 52 kilos ¨ ¿Qué nos aconsejas…?¨.
-La fístula arteriovenosa en el brazo para la diálisis fue un fracaso, no funcionó y sangró mucho. La hicieron entonces en la vena subclavia, falló y casi se muere, sangró más aun y desarrolló un hematoma en el pectoral… Al fin, enfrentó su sino de una amiloidosis sistémica, y luego de una gran soledad y de muchos actos iatrogenéticos falleció… Su esposa le siguió un poco más tarde y así, corrió un similar desenlace con una demencia tipo Alzheimer y fue directo a un ¨nursing home¨, los hijos y nietos ocupados con trabajos y ocupaciones… y Dios se apiade de ella…
- Para mí, una de las connotaciones de la palabra coroto, tiene que ver con un objeto viejo e inservible por lo que se le trata sin cuidado ni delicadeza y muchas veces, termina condenado al ostracismo en ese insípido cuarto llamado precisamente el de ¨los corotos¨, donde se aglomeran sin orden ni consideración aquello que ya no amamos ni respetamos ni es parte de nuestras vidas. Aunque no está establecido que este adjetivo sea apropiado para ser aplicado en humanos, veamos que si tiene un lugar…
En la decisión de nuestros hijos de llevarnos con ellos fuera del país, muchas veces inconsulta ni meditada y en muchas otras, producto de un impulso donde no dudando nunca que prevalezca el amor, la preocupación y la consideración de ellos, suele ser una decisión unilateral, simplista y muy egoísta que implica resolver un problema de culpa por el involuntario abandono, sin tomar en cuenta nuestros sentimientos y opiniones al respecto, que, en caso de esgrimirlas, pronto son descalificadas. Tal vez tengamos un seguro internacional en dólares, tal vez no, lo cierto es que, si llegamos a enfermar, estaríamos solos con médicos desconocidos angloparlantes, sin un médico de cabecera que sirva de director de orquesta, con profesionales muy profesionales sin empatía, con otra idiosincrasia, que simplemente harán su trabajo sobre nosotros, humanos ya enfermos y cosificados… Nuestros hijos con empleadores que pudieran no entender que en ese momento el deber de ellos sería de acompañamiento: perderían sus trabajos, así que estaríamos solos con nuestra pena y en un lugar extraño. Otras veces se trata de nuestras esposas, llamadas por nuestros hijos, especialmente las hijas, con frecuencia mimadas y consentidas e incapaces de ser esposas y madres, de llevar adelante sus vidas en forma independiente, para transformarlas en cuidadoras o cachifas…
Como se ve, el ¨coroto¨ es movido ¨de aquí p´llá y de allá p´ca¨, y a menudo, la mujer se presta al requerimiento ignorando que los matrimonios se estructuran y solidifican en las situaciones de necesidad y no en la vida muelle; de forma tal que, el marido queda solo en su casa, con suerte puede acompañarle una mucama o cocinera, tiene que asumir los roles de la esposa ausente y puede ser fácil presa de otras mujeres que traten de llenarles el vacío y el despecho –después, no se quejen-… El egoísmo implica ignorar que los padres viejos tengan necesidades de cercana compañía, de caricias, de sexo, pues –total ¨son corotos viejos¨-, muchos hogareños y con sus costumbres preservadas, apego por la querencia que implica rutinas y trabajo, y la palabra ¨compañía¨, se ignora tanto como la ¨necesidad¨.
Yo por mi parte, y con todo el respeto y amor paternal que profeso a mis hijos, prefiero quedarme y me niego a que ellos me digan a estas alturas de mi vida lo que tengo que hacer por su conveniencia que no la mía; no quiero ser un ¨coroto¨ a ser movido por el capricho de otros, pues, entiéndase, para mí sería un horrible anticipo de la muerte, ¨la muerte biográfica¨, la muerte todavía en vida.
Quiero ver el Ávila cada día y ser despertado por los trinos de mis pájaros criollos, quiero ver el cielo azul de aire impoluto de Caracas luego de la lluvia, quiero ser parte del despelote en que vivimos, quiero tener a mis amigos y a mis alumnos cuyo amor siento a cada paso, quiero sentirme vivo, activo, no superfluo; aunque corra riesgos, quiero involucrarme en la lucha que nos embarga para salir de la dictadura comunista, quiero levantarme de madrugada para leer, estudiar y escribir en MI biblioteca, con MIS libros, con MIS afectos, quiero enfermarme aquí y ser tratado por médicos venezolanos con lo mucho o poco de que dispongan en ese momento, mejor todavía, si mi cuidado es tomado por mis amigos y alumnos; ya no tengo edad para estar lidiando con un agresivo cáncer u otra espantosa condición para complacer a quienes saben que igualmente, irremisiblemente a morir . Quiero que cremen aquí mi cadáver y rieguen mis cenizas en el Ávila . Cuento con el apoyo, el verdadero amor y la consideración de Graciela mi esposa, quien siempre ha estado en comunicación y en consonancia, y nunca me ha abandonado – ni yo la he abandonado a ella-.
Quiero agradecer a mis amantísimos hijos y nietos por su interés y por haber dejado de insistir en que me vaya…
23.01.2020
Adendum
A pesar del régimen dictatorial criminal y asesino que nos posee, y de haber abandonado nuestras fronteras más de 4 millones de venezolanos migrantes, los malditos no han podido vencer nuestra fortaleza espiritual. Hienas salvajes que son, se han cebado en nuestros niños, en nuestros ancianos, en nuestras embarazadas, en nuestra educación y universidades; han regalado la patria a un régimen abyecto y chulo que ahora nos rige, el régimen cubano… Tendrán que pagar sin concesiones, caer al averno y no será mediante acuerdos y negociaciones, pues, como reza el Evangelio de San Mateo (Capitulo 25, versículos 51-52),»Guarda tu espada, porque el que a hierro mata a hierro muere.” Ello quiere decir que no saldrán por la buenas, los sacaremos con las armas y por las malas…
Dios despierte a quienes tienen el poder de las espadas y se pongan del lado del pueblo…
Mi padre, al igual que muchos libaneses de su tiempo también fue aventado a América por la implacable y cruel dictadura turca-otomana, por eso se ganaron el apelativo de ¨turcos¨, hábiles con el ábaco, el regateo y el comercio, no en vano, en las postrimerías del tercer milenio antes de Cristo, el pueblo fenicio ya se había establecido a orillas del litoral Mediterráneo en una región montañosa célebre por sus cedros y habían depurado al máximo el arte de la navegación y el comercio; de allí, que cuando venían a estas tierras traían el conocimiento milenario del comercio en su sangre y en sus ejecuciones.
Un grupo de compatriotas decidimos hacer nuestra lucha desde el propio país y cada vez observamos tristes como las familias se han fragmentado y en muchos casos, sucumbido. La familia, el núcleo de una sociedad, tiene que permanecer unida hasta donde pueda para evitar su desaparición porque es una unidad funcional…
En días pasados recibí como paciente a un colega maduro, que muy lucía saludable y vital, con síntomas sin trascendencia producto del a ansiedad de la soledad, pues me confió que él y su familia, habían decidido viajar y establecerse en España; ya su esposa se encontraba en Madrid con dos hijos desde hacía tres meses, y él, esperaba vender su casa y arreglar algunos asuntos mientras se marchaba. Siempre fueron una pareja estable y querendona. Me contó que el ínterin le habían llamado amigas de la familia -algunas divorciadas y otras casadas- y también algunas novias del pasado, para ofrecerle compañía, atención y ¨algo más¨… ¿Cómo, un hombre todavía sexualmente activo, con necesidades urgentes impuestas por su biología y sus costumbres, sintiéndose solitario en medio de la angustia patria podría mantenerse indiferente frente a los ofrecimientos y galanteos de hermosas mujeres…? También podría de decirse de mujer que se ha dejado detrás con los hijos sometida a las insinuaciones veladas o descubiertas de hombres en su cercanía… La institución del matrimonio y el hogar deben ser preservados a toda costa…
Los ejemplos sobran; las anécdotas sobran: esta de un cercano amigo con 5 hijos, 4 mujeres y un varón, 3 casadas, todas en diferentes países, llaman a su madre para el momento del parto de una de ellas, lo cual me parece razonable; pero lejos de la esposa ir y volver luego de los primeros días, decide quedarse por un tiempo prolongado, no sabemos por cuál razón… Él anda por aquí ¨cómo perro sin amo¨, y la soledad le atenaza al máximo especialmente los fines de semana cuando se queda íngrimo con sus saudades y su realidad inmerecida. Por razones de su trabajo siempre está rodeado de mujeres jóvenes y hermosas que le profesan admiración y cariño, y luego del ¨verano¨ impuesto, se me hace muy difícil imaginar que no tenga fantasías libidinosas con alguna o con todas ellas. Es posible que alguna le acompañe también libidinosa y complacida, en su soledad…
Pienso pues que la primera responsabilidad de la esposa(o) es con su pareja particularmente cuando median muchos años de unión… No es que los hijos(as) no cuenten: vaya, ayúdelas(os), permanezca por un tiempo prudencial y luego regrese para que ellas(os) también maduren como padres y madres y resuelvan las problemáticas de sus vidas… ¿Acaso la pareja no juró ante el altar acompañarse en las buenas y en las malas, en salud y enfermedad, y permanecer juntos hasta que la muerte los separe? Vano juramento que desaparece cuando los bríos sexuales se esfuman en la distancia.
Mi padre a menudo decía, ¨¡El que tenga su tienda que la atienda…!¨ y ¨¡El casado, casa quiere…!¨. Luego, en medio de las comidillas propias de la comedia humana se dirá que, ¡El bicho(a) ese(a) sólo esperaba una oportunidad para serle infiel a la pobre de su mujer (hombre)…! Lección de oprobio y traición
Algunos testimonios recibidos con motivo de la primera entrega de este artículo:
De: Gustavo Coronel [mailto:gustavocoronelg@hotmail.com]
Enviado el: viernes, 24 de mayo de 2019 8:07 a. m.
Para: rafael muci <rafaelmuci@gmail.com>
Asunto: RE: El Uni-Personal Año 4; número 165; Caracas, domingo 05 de mayo de 2019
Hola, Dr. Muci:
Siempre disfruto de sus crónicas llenas de buena prosa y fino humor. Mi experiencia como «coroto» ha sido muy diferente a la que se describe en su nota y la actitud de mis hijos ha sido muy constructiva y positiva. Fuimos rescatados por ellos de una Venezuela que se derrumbaba y hemos sido muy felices en nuestro rincón del estado de Virginia. Claro, cada quien se enfrenta a circunstancias diferentes que inciden positiva o negativamente en cada experiencia. Cada uno de nosotros es apenas un punto en la curva.
Nos ha ido muy bien porque hablamos el idioma y nos hemos adaptado sin mayor esfuerzo a una nueva cultura, pero también perdimos las matas de mango que teníamos en nuestra casa cercana a Valencia. Hemos descubierto los perales y las matas de melocotones. Disfrutamos del nivel de civilización de esta sociedad y tenemos 15 años sin ver una cucaracha o sin experimentar un apagón para el cual no haya rápida respuesta.
Puedo comprender su tristeza al ver lo que le ha pasado al Hospital Vargas. Si concuerdo con usted en la naturaleza impersonal y excesivamente especializada que prevalece en el ejercicio médico en estas latitudes
Como geólogo tengo una perspectiva diferente de lo que es el hogar. Veo la Tierra como mi hogar y cuando muera mis cenizas irán a algún frondoso árbol cercano, no tiene por qué ser el Avila, montaña que en todo caso desaparecerá dentro de algunos millones de años debido a la implacable isostasia, ya que las montañas surgen y desaparecen.
Quién sabe si la raza humana podrá sobrevivir algunos miles de años más. Trump está tratando de acortar esa expectativa de vida.
Un gran saludo para usted,
Cordialmente,
Gustavo Coronel
Me hizo reír mucho la palabra Safrisca, muy utilizada por mi mamá. Otra similar que ella utilizaba era Frasquitera.
Estimado Gustavo:
Por favor, no me trates de usted… Yo voy a ser ¨frasquitero¨ llamándote de tú. También leo tus artículos siempre muy lúcidos y veraces.
Como puedes ver, son dos realidades diferentes, la tuya y la mía confrontadas. Aunque he adversado al régimen desde hace muchos años en mis escritos, hasta el presente no he sufrido persecución. Algunos amigos cínicos que dicen que no me han acosado porque no entienden mis artículos… Bueno, no sé si será cierto.
La realidad es que aquí y solo aquí es donde me necesitan. Hoy en la mañana dicté una clase –como todos los viernes-, ya no en el HVC sino en la Clínica El Ávila mi sitio de trabajo. La asistencia fue superior a 80 personas entre estudiantes y médicos; a pesar de la falta de gasolina, algunos vinieron de Bejuma del estado Carabobo, Valencia y Maracay, el resto, de la sultana…
Cumplí 81 años y me siento bendecido, soy feliz, tengo una buena mujer y tres hijos muy querendones todos y 6 nietos Por supuesto, ninguno cerca de Graciela y yo. Te enviaré un artículo de mis 81… y mi salud bien, no tomo medicina alguna, pero como siempre digo a mis cercanos y pacientes que ¨La salud es un estado transitorio que no conduce a nada bueno…¨ Ja, hay que reírse, comenzando por uno mismo de uno mismo.
Muy bien Gustavo, muchas gracias por comunicarte y mis mejores deseos para contigo y tu familia.
Afectuosamente
Rafael
Héctor Aguilera,
Hola Rafael, muy bueno tu artículo, como siempre. Educa y entretiene. Comparto 100 % su contenido, a un amigo médico quien me requirió consejo al respecto desde Barcelona (España) le sugerí responderse la siguiente pregunta.
¿Más allá de ciudadanías, pasaportes y dinero, adonde perteneces tú?
Eliana Rísquez: Dr. Buenos días!
¡Como siempre, me encantan sus escritos!
Por favor. me puede enviar el escrito de los Corotos!! Me llegó por otra vía, por cierto, se está haciendo viral!!!! ¡Pero, no pude abrirlo completo! Me parece que describe una realidad cruda de lo que estamos viviendo padres, abuelos, tíos… que estamos contentos que nuestros hijos estén haciendo nueva vida afuera con mayores horizontes y creciendo mucho como personas y profesionales. Aunque, se sienten preocupados y culpables de » dejarnos desamparados». «TODO TIENE SU PRECIO! ¨
¡Porfa, reenvíemelo!
¡Muchas gracias por ser tan ESPECIAL y ser GUIA para todos!
¡Una más de sus estudiantes FANS!
Apreciado Rafael
Absolutamente brillante. Tienes una capacidad increíble descriptiva. Has tocado el punto más sensible de la tragedia que confronta nuestra generación que es ver caer tu país al que le has dedicado tantos fuerzo y que has luchado para formar a nuestros hijos para la excelencia. nuevamente te felicito y siempre pienso que uno tiene que mantener el optimismo en una forma continua. Abrazos, Harry
Querido amigo, que buen articulo sobre los COROTOS,pues muchos nos identificamos con el, tengo un hijo en USA y una hija en Australia!, imaginate que disparate historico-geografico y ambos insisten en que me vaya con ellos.Gracias a Dios los obstaculos de salud que han emergido los he logrado superar con mis amigos colegas a los 79, y aunque ya no hago montana me mantengo activo en el trabajo y hobies, a ellos les contesto que no puedo irme a trabajar en Walmart ni ser guachiman de su negocio, que no tengo plan B sino plan Z, me tendran que sacar a juro estos comunistas.
un abrazo
Andres Gomez F.