Elogio de las lágrimas…

Pensaba en mis nietos, apenas dos de ellos, adolescentes, podrían estar manifestando en la calles de Caracas en razón de su edad, pero residen en Montevideo y viajaron con su colegio a Santiago de Chile a medirse en una actividad deportiva y por primera vez su equipo ganó; los bautizaron: el varón perdió todo su cabello y la hembra apenas unos mechones de él, largo y hermoso, pero prometió recortárselo a nivel de los hombros; cumplirá su promesa… Mis tres nietos que viven en Londres de vacaciones, estuvieron en sus clases de oboe, guitarra y visitando el Tower Bridge,  el puente más famosos de Londres y ciertamente el más vistoso con su estilo Gótico Victoriano. El único que reside en Doral, Florida, un ¨gifted child¨, ávido lector debe estar leyéndose uno de los más de 80 libros que ha pasado frente a sus ojos, sin tramontar la cota de los diez, es responsable y como todos los demás piensan en sus abuelos y en el país de sus padres.  Ellos, por diversas razones decidieron como tantos venezolanos, buscar nuevos rumbos para asentar sus hogares… Todos siguen muy de cerca a los que aquí se quedaron, que manifiestan en las calles y desean retomar el país que se nos fue y un mejor futuro…

Los hindúes aseguran que hay tres tipos de lágrimas diferentes y se clasifican según el lugar del ojo desde donde que brotan.  Las llamadas ¨Vata¨ son las lágrimas que salen de la comisura del ojo que está más cercana a la nariz. Tienen un sabor amargo y su origen se debe al miedo y la inseguridad. Es el tipo de lágrimas que derramamos cuando nos encontramos en situaciones que no podemos controlar, y nos causan miedo y angustia. Las conocidas como «pitta» tienen un sabor amargo y se escapan por la parte central del párpado inferior. Se generan por sentimientos de baja estima generadores de inseguridad; por ejemplo, los celos, la competencia y la envidia. En fin, las designadas ¨Kapha¨ vertidas desde la comisura externa son lágrimas dulces, aunque no precisamente relacionadas con las alegrías. Si bien brotan cuando la felicidad nos enfrenta, o cuando estamos poseídos de un amor profundo, podemos derramarlas cuando nuestros seres queridos están lejos, y por ello abundan en esta tierra de gracia.

Muchos de mis alumnos y sus hijos van de protesta en protesta, enarbolando en su pecho el artículo # 350 de la Constitución que los invita, que los conmina, que los obliga a salir del cubano gobernante, siendo mal recibidos por un régimen dictatorial que ama el poder solo por detentarlo, que ha destruido la nación y sus instituciones; que ha pactado con el narcotráfico, con la guerrilla colombiana, con el jezbolá (¨partido de Dios¨ ¿qué clase de Dios podría ser este?) y con el dios de dioses, el dios dinero: coimas; regalos; casas, mejor mansiones; castilletes y automóviles de lujo mal habidos, todo en el exterior. El capo mayor a cada momento en Cuba, un poquito asustado buscando colarse bajo el ala de sus chulos, porque sepa usted que los dictadores y quienes los apuntalan, son profundamente cobardes…

 Eso sí, han enviado directas instrucciones de cómo abusar del poder sin contemplaciones, de la represión cruda y dura sin respetar ancianos, mujeres ni niños. El envío de las tropas élites de las Fuerzas Armadas Cubanas, las llamadas Avispas Negras, están en el país y prenuncian mayores desgracias. Nuestros hermanos de la guardia nacional y la policía bolivariana, amamantados con odio cerril en sus comandos, más parecería que son los enemigos acérrimos que nunca tuvimos y hasta lazan bombas lacrimógenas vencidas desde helicópteros sin mediar consecuencias. ¡Ay! Sus delitos no prescriben…

 Esas lágrimas duelen mucho, valen mucho; esas lágrimas de mi patria deben ser pagadas…

En las protestas de esta Semana Santa las vi de todos los tipos, pero en mucho de rabia y frustración, de coraje y decisión, de deseos de volver a ser más de lo que fuimos en el pasado y perdimos por irresponsables y cándidos…

Mi admirado amigo y compañero de la cátedra de medicina interna en el Hospital Vargas de Caracas, doctor José Félix Oletta nos envía un instructivo acerca de cómo resguardarse de los efectos de las bombas lacrimógenas; para eso y llenarse de armas destructivas  si hay dinero, ese del que carece el pueblo para comprar alimentos que no existen y medicinas esenciales. Los expondré en gráficos a continuación.

 

C

Con Platón desde la antigüedad, se enumeran cuatro virtudes cardinales: templanza, fortaleza, prudencia y justicia…

La prudencia consiste en elegir correctamente los medios hacia el fin último y obrar correctamente en cada caso particular. La fortaleza o valentía es la disposición a sobrellevar males y no retroceder ni ante la muerte en atención a fines elevados. La justicia es la firme disposición a reconocer a cada cual lo que le corresponde. La templanza o disposición a contener el placer sensitivo dentro de los límites de la razón. Trataremos de moderarnos –cuán difícil es en estos tiempos-, trataremos de ser humildes, trataremos de ser modestos y mansos, y ojalá que podamos tratar de ejercer la clemencia…

 

Pero nada se da por nada, hay que luchar, hay que decir lo que hay que decir, hay que hacer lo que haya que hacer, no sea que el día de mañana mis nietos y los nietos de otros nos reprochen, ¨-¿Por qué no hablaste… por qué nada dijiste… por qué nada hiciste… por qué permitiste que muriera la virtud y nos dejaran este erial como herencia…?¨. !Mucha razón tendrían…!