¨Rechiflao en mi tristeza hoy te evoco y veo que has sido
en mi pobre vida paria solo una buena mujer;
tu presencia de bacana puso calor en mi nido,
fuiste buena, consecuente, y yo sé que me has querido
como no quisiste a nadie, como no podrás querer.
Se dio el juego de remanye, cuando vos, pobre percanta,
gambeteabas la pobreza en la casa de pensión;
hoy sos toda una bacana, la vida te ríe y canta,
los morlacos del otario los tiras a la marchanta como juega el gato maula con el mísero ratón…¨
Tango ¨Mano a Mano¨ de Celedonio Esteban FloresLeer más→
¶ Hoy 15 de marzo de 2019. Ya la palabra «redivivo» creo que me cae gordo…
No sé desde cuándo estoy escribiendo sobre la injerencia cubana –yo debería
saber, que sí sé: desde que escribí una carta pública al embajador cubano en
marzo de 2001 (https://www.analitica.com/opinion/carta-del-dr-rafael-muci-mendoza-al-embajador-de-cuba/);
léase bien, hace 17 años y mire que he sido repetitivo con el tema de Cuba y
los médicos cubanos que implantaron la mediocridad: nadie o muy pocos hicieron
caso. Pues bien, la catástrofe al fin llegó: Mi país está en una situación
lastimosa luego del largo apagón e ignoramos cuántos han fallecido durante este
genocidio inducido y gestado en Cuba…
El
mensaje premonitorio de Delcy, ¨la sin entrañas¨, es infeliz y despiadado: ¨Esta es apenas una mínima parte de lo que
somos capaces de hacer…¨. Pero mire usted, saldremos victoriosos, el Estado
lastimoso y su gobierno esperpéntico oyen ya las campanas tocando a rebato,
señal de que debemos echar el resto y sacar estos miserables asesinos…
¶ Hoy 04 de junio de 2017 reproduzco el artículo que fuera escrito hace un año, el 13 de marzo de 2016; si bien las circunstancias se han agravado desde entonces en todo respecto, no es menos cierto que la conglutinación de voluntades hace temblar el estamento cubano, porque esa es la maldición que llevamos a cuesta gracias al traidor mayor Hugo Chávez y a quien lo sigue. El genocidio ha continuado, estamos muriendo por efecto de balas de militares y paramilitares, pero a nuestro pueblo, en especial los chiquitines se les mata lentamente de hambre, desnutrición, suciedad, desabasto, inflación y pobreza catastrófica. No puede haber atenuantes para quienes con tanta crueldad y saña matan para mantener un estado de cosas intolerable e inaguantable. Veinticinco mil cubanos –tal vez más- en nuestro territorio entrenados para matar es demasiada afrenta. Pero el pueblo venezolano nunca será el cubano, por sus venas circula un influjo democrático indetenible. Desde el corazón de los jóvenes toda Venezuela se activó, y no valdrá armas para detenerlos. Cada uno que muere, es arrestado o maltratado enciende más la mecha de la libertad. El arcángel San Miguel Jefe de los Ejércitos de Dios con su espada y nosotros, echará a los malos y al Malo
Ω13
de marzo de 2016. Cuando escribo estas páginas, transitamos por un período
de luna nueva, novilunio o interlunio, luna oscura o luna negra: esa luna que
no refleja luz y no es vista desde la tierra. Época de nuevos comienzos, época
de consagración y dedicación a los más exaltados ideales a los que aspira una
persona o una sociedad, porque el final de cada mes lunar es también tiempo de
introspección y retrospección, por tanto, debemos examinar cuidadosamente todas
las tareas realizadas en el mes que recién termina, observar en qué hemos
fallado para cumplir nuestros más caros ideales e intentar descubrir y analizar
la razón de los fracasos.
Período
de intensa energía, impulso para el inicio del siguiente tramo de nuestras
vidas; treinta días más que pasarán muy rápido, briznas de paja en el viento,
descuento de lo que nos resta por vivir: urgencia de hacer y pronto, y con pie
seguro para no dar un traspié… Época favorable para abonar y arar la tierra, tiempo
de sembrar, pero también la fase indicada para abastecerse y acumular energía;
tiempo de cuidar y restablecer…
Nos
sorprende el ciclo lunar en medio de gran turbulencia política: el ingente deseo
de un cambio de un modelo malogrado y corrompido, perverso y depravado,
libertino e inicuo llama a su final, los autores del despojo se resisten, están
dispuestos a sacrificar con pasmosa frialdad todo un país porque su piel trasuda
maldad; son lo peor de la especie humana bajo la tutela de la impunidad que los
arropa…
Conforme
a lo dispuesto en los artículos 83, 84 y 85 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, el Estado está en la obligación prioritaria de
promover la salud, la prevención de enfermedades y el desarrollo de actividades
tendentes a la cura y rehabilitación de los enfermos, garantizando un
tratamiento oportuno. ¡Letra muerta por virtud de manos de irresponsables…!
El
genocidio es un delito internacional clasificado dentro del grupo de crímenes
contra la humanidad y el mismo consiste en el exterminio sistemático de un
grupo social motivado, entre otras razones, por cuestiones de raza, etnia,
religión, nacionalidad o pensar político. Generalmente es llevado a cabo por un
gobierno que se encuentra a cargo del poder del estado. Permítaseme el atrevimiento de ampliar
el concepto incluyendo entre otras, la simple motivación de ¨encontrarse,
saberse o creerse enfermo¨, ser anciano o niño de la calle, hoy despreciado
¨hijo de la patria¨… El caos sanitario mana de sí dolor, indignación y
repulsa pues, ¿es qué no es genocidio el negar los recursos necesarios para que
los ambulatorios y hospitales públicos puedan funcionar eficientemente mientras
serviles al régimen lo tienen todo asegurado y viajan al primer mundo en
procura de salud?, ¿no es homicidio intencional el que el 65% de las medicinas
incluidas en la Lista de Medicamentos
Esenciales, publicada por la Organización Mundial de la Salud, no puedan ser adquiridos debido a su
inexistencia?, ¿es qué no es genocidio detener el tratamiento de un hipertenso
o de un diabético, de un canceroso o un sufriente del virus de la
inmunodeficiencia adquirida, de un hemofílico o de un niño con cáncer?, o es
que un lapso de muchos meses desde que una mujer al momento de bañarse, se nota
un bulto en la mama y que con extremosa incertidumbre y angustia deba esperar otros
tantos meses para que pueda ser estudiada, biopsiada e intervenida y luego
acaecerle un INRI o titulus de condena similar al de Jesús de
Nazaret, luchando
por conseguir el inicio o conclusión de un tratamiento que el Estado está
obligado a suministrarle pero que por indiferencia supina no lo hace…; o es que
la vida de un diabético descompensado dependiente de insulina se decida en
horas porque la insulina escasea o no se consigue…
¡Sentencias de muerte
inmerecidas por doquier dictadas por burócratas que deberían proteger a sus
gobernados pero engordan su hacienda!, o es que la rotura de un aneurisma
intracraneal -una emergencia neuroquirúrgica que clama por rauda acción– sea
decena de veces pospuesta porque no hay pabellones operativos, anestesiólogos
ni necesarios insumos, y cuya solución pueda tomarse hasta 3 meses siendo que
la muerte por resangrado sorprende al desvalido en la espera…, o es que en
los hospitales no exista ¨solución salina al 0.9%¨, eso que legos llaman ¨suero
fisiológico¨ y cuyo rumboso nombre sólo esconde su modesta composición: ¡agua
con sal…!, o es que de acuerdo con la memoria y
cuenta del Ministerio de Salud de 2015 ignoran que 20
de cada 1.000 recién nacidos mueren, ¡100 veces más que en 2014! ¿es o no es
eso genocidio?, ¿No es genocidio cuando los programas de vacunación infantil están
detenidos se arrastran malamente, las vacunas proceden del exterior a través de
un convenio con Cuba ignorándose detalles de registro, efectividad e inclusive
si cumplieron con la cadena de frío?; o no lo es cuando se obliga a
jóvenes entusiastas a emigrar por miles
a buscar trabajo en el exterior
con el corolario de desarraigo familiar y
exilio indirecto a
otros países cuando hacen tanta falta aquí donde son execrados, humillados y
mal queridos.
Todo ello nos ha conducido a
una «crisis humanitaria de salud¨ porque se están muriendo
pacientes venezolanos por la falta de piedad y medicamentos y porque el sistema
de salud del socialismo del siglo XXI ha colapsado por el propio peso de su
ineptitud e insania. Transitamos por la «peor crisis de la
historia», pues el Gobierno invierte apenas
el 4,3% del producto interno bruto en el sector salud, mientras que Bolivia
destina el 6%, la Argentina 8% y Colombia 9%.
No cabe duda pues que hay que activar los organismos
transnacionales como la Cruz Roja, la Organización de las Naciones Unidas, la
Organización Panamericana de la Salud, entre otros, porque no podemos dejar
morir de mengua a la población. Pero muchos de ellos reciben estipendios para
mirar de lado, para no denunciar lo que aquí pasa y ¡punto!
En otro contexto, es qué, no
importa que en el país existan 15 millones de armas en manos de civiles que
matan a un ciudadano inocente cada 20 minutos; ¿no es un genocidio que Cavim (Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares) y los militares que la
dirigen vendan balas a los delincuentes para que con ellas en forma cruel nos
corten sin razón el hilo de nuestras vidas y que buena parte de ellas ocurra en
adolescentes o adultos jóvenes…?
Es la línea isoeléctrica de la
detención aguda del corazón de Venezuela, esa que Rayma Suprani la comunicadora
social y caricaturista trasplantó con acierto en la rúbrica del padre,
iniciador y propulsor del genocidio venezolano, Hugo Chávez, aquel que decía
que ¨ser rico es malo¨ mientras su familia ha amasado siderales fortunas; ese
que aventó la lucha de clases, el que incitó a delinquir, inicialmente dirigido
a destruir a la clase media, pero la maldad y sus derivaciones fríamente
calculadas, hizo que permeara hacia los estratos más humildes; es el coma
profundo del alma y de la humanidad de mequetrefes que regulan nuestras vidas, es
sequia de ideas, es dejar pasar, es la inacción total, permitir que la muerte
no merecida ni llamada nos busque antes de tiempo… Sin pudor, recato ni
contención han enterrado la moral, la ética y las luces, la honra y la
liberación del hombre por sobre su instinto animal…
De acuerdo con la memoria y cuenta del Ministerio de Salud de 2015, los
convenios internacionales que ha adquirido Venezuela desde 2011 relacionados
con el sector salud ascienden a 4.091.696.266,73 dólares. El año pasado, para los
contratos con Argentina, Cuba, China, Uruguay y la Organización de Naciones
Unidas se ejecutaron 1.405.005.439,88 dólares para adquisición de medicamentos,
insumos y equipos médicos, que no paliaron la situación de escasez que vive el
país. La Federación Farmacéutica Venezolana aseguró que en enero el
desabastecimiento era de 80% y en febrero la Asamblea Nacional decretó una
crisis humanitaria. ¿Cómo podría esto denominarse sino empobrecimiento colectivo como medio de dominación
política?, una forma de negligencia criminal, una forma de genocidio…
La
Esperanza fue una divinidad honrada por los romanos; era según los poetas,
hermana del Sueño que da tregua a nuestras penas y de la Muerte que las termina…
La Esperanza es desear que algo
suceda: la conjugación de la esperanza de todos hace lo que ya está sucediendo
en nuestro país, un deseo ingente de cambio, un intenso deseo de crecimiento, su
color verde es característico y emblema de la naciente verdura que presagia la
cosecha de los granos; la Fe es
creer que va a suceder y si todos al unísono, unidos de las manos así lo
creemos, sucederá; y la Valentía es
hacer que suceda…
Apoyemos
a la Asamblea Nacional con sus errores y aciertos, integrémonos en la defensa
de la patria, dejemos nuestras cómodas posturas, no tengamos miedo, incitemos a
otros a seguirnos y más pronto que tarde, veremos los resultados de nuestro
esfuerzo…