Elogio de tu ingreso en la primavera de la vida…

 

Dedicado a nuestra querida nieta Valentina Smith Muci en sus 18…

Abu y Abi

 

En el pensar colectivo la primavera representa la juventud, esa fase de la vida en la que se nos dice que estamos en la “flor de la vida”:  rodeados por una aureola de vida, luminosidad y colorido, donde se concitan una mirada particular  llena de ilusión, expectativas para el futuro, abundosa y rebosante energía y un mayor y mejor estado de ánimo general para enfrentar la exploración del mundo. En la gráfica, combinados, la flor de la vida y un estudio de las proporciones ideales del cuerpo humano, no otra cosa que una representación de la armonía entre ciencia, arte y naturaleza del Gran Leonardo da Vinci dibujado alrededor de 1490 en uno de sus diarios.

La primavera no es solo un cambio de clima; es un poderoso símbolo de renovación y crecimiento: es la continuación del tiempo de sembrar, de llenar nuestro intelecto de conocimientos que vayan dando frutos a medida que se siembra y se comparte lo sembrado porque hemos venido al mundo a dar, a repartir, no a recibir y debemos ejercitarnos para ser ¨un dador feliz¨ como aquel bondadoso de la Biblia que daba y más daba sin esperar nada a cambio. Es un sembrar para la vida…  A medida que los días se alargan y la naturaleza cobra vida, también tenemos la oportunidad de rejuvenecer nuestro espíritu y fomentar un nuevo crecimiento interior y mantenerlo cada día de nuestras vidas,y no me refiero a un crecimiento material sino también espiritual. El hecho de que en la primavera las plantas reverdezcan ha ocasionado que culturalmente se la asocie con las ideas del renacimiento, la resurrección, la  alegría y la juventud

 Así que este  es el momento perfecto para obtener los resultados de lo viejo, abrazar lo nuevo y sembrar semillas de bondad, lealtad y bienestar que puedan florecer durante todo el año, durante toda la vida…

Porque debes imaginar tu vida como un jardín y así como un jardinero cuida sus plantas con esmero y atención, tú tienes el poder de cultivar tu propio bienestar y sembrar bondad y alegría como semillas en tierra fértil. Has tenido unos padres querendones y bondadosos que han favorecido esta experiencia que tiene ahora y que es el preánbulo del libro de la profesión que has escogido para realizarte y ayudar a otros a hacerlo sin mezquindades ni pequeñeces. Este ejercicio de la arquitectura es tu punto de partida, una guía para ayudar a reflexionar siempre sobre tu pasado y tu futuro, para identificar el tipo de crecimiento que quieres ver en tu vida y para planificar cómo nutrirlo.

No se necesitan herramientas ni habilidades especiales para empezar: solo un lugar tranquilo, ahí donde te encuentres, algo con qué escribir y una mente abierta y curiosa. Algo que este viaje, recuerda que todo gran jardín comienza con unas pocas semillas. De la misma manera, incluso los más pequeños actos de bondad hacia ti y hacia los demás pueden convertirse en algo hermoso y transformador.

Así que, abracemos juntos la promesa de la primavera de tu vida. Exploremos cómo se pueden cultivar nuestros jardines de bondad y bienestar, de conocimientos y creatividad, de promesa para un mundo mejor  haciendo que el  que nos rodea  sea un mar un poco más brillante, con la sumatoria de pequeños gestos a la vez; no los malgastes mira que el tiempo es la materia con que está hecha la vida. Recuerda que luego vendrán el verano y el otoño donde no todo será hemoso y placentero, vendrán pérdidas -siempre más o menos dolorosas- pero dejarán lecciones que deberás buscar con atención, que debes buscar con ahínco porque forjarán tu carácter y templarán tu espíritu.

Recibe nuestro amor  de  abuelos que te quieren y te admiran.

 

Publicado en El Unipersonal y etiquetado , , , , , .

Deja un comentario